Esta semana es la semana de Nube de Tinta, porque hoy os hablaré de su último libro publicado, Quedaos en la trinchera y luego corred, y a final de semana será el turno de El primer viaje de Sócrates. Dos libros que he disfrutado muchísimo.
He leído bastantes libros bélicos sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial, pero ninguno dirigido a los más pequeños, ni contado desde el punto de vista de un niño. Todos conocemos el famoso libro de John Boyne El niño con el pijama de rayas, que se estrenó en la gran pantalla en 2008. Aunque raro parezca, no he leído el libro, ni he visto la película (aunque la tenga en DVD), así que no conocía la escritura de este autor.
El día que Alfie cumple cinco años, estalla la Primera Guerra Mundial.
Así de sencillo lo vemos a través de los ojos de este dulce niño.
Alfie tiene unos padres que lo adoran, una abuela al otro lado de la calle, y unos fantásticos vecinos y amigos. Pero las cosas no son fáciles, dicen que la guerra acabará antes de navidad, pero los adultos están muy preocupados. El día que el padre de Alfie se alista en el ejército y se presenta en su casa con el uniforme de soldado, la vida del pequeño dará un giro de 180 grados.
Lentamente las cosas empiezan a cambiar, pasan los meses y la guerra no termina, la madre de Alfie comienza a trabajar de enfermera, los soldados se llevan a su mejor amiga y su padre, y el ambiente en su barrio es cada vez peor.
El pequeño ve como las cosas no están bien en su casa, ve como su madre tiene que hacer malabares para poder pagar el alquiler y a su vez lograr que cada día haya comida en la mesa. Le lava la ropa a una señora, y se la arregla a otra.
Así que Alfie decide ayudarla, y cuatro días a la semana se planta en la estación de tren con su maletín de limpiabotas y a escondidas, le mete en el monedero a su madre los peniques que gana.
Un día, el niño descubre que su padre ha dejado de escribirles cartas, y que las últimas que envió carecían de sentido. ¿Dónde estará su padre?, ¿y, por qué ha dejado de escribirles?.
A lo largo del libro conocemos a unos personajes realmente curiosos, personajes que tratan a Alfie como un adulto y le cuentan todo tipo de cosas sobre la guerra.
Uno de estos variopintos personajes, le da al niño una pista sobre su padre, y éste no duda un instante en empezar a buscarlo.
Quedaos en la trinchera y luego corred es una bonita y sencilla historia que me ha hecho llorar más de una vez, y me permite volver a comprobar que no se necesitan tramas muy complejas para emocionar a los lectores.
Ha sido mi primer contacto con este autor, y sin duda volveré a repetir.
